Page 11 - index
P. 11

Fue tanta la emoción del hallazgo que no se acordó del

       momento grandioso que significa para los cristianos el

       día de Viernes Santo. Tampoco se fijó en el momento

       sagrado de la pasión de Cristo. Salió con su escopeta y

       su perro en busca de la presa. Ya el animal había

       avanzado unas cuadras hacia el manantial. El cervatillo
       al verse acosado paró las orejas y sequedó inmóvil,

       como esperando la actitud del hombre. Este al verlo

       plantado le disparó, pero en ese mismo instante el

       animal huyó.






       Perro y amo siguieron las pistas, lo alcanzaron y, al
       dispararle de nuevo, se realizaba el mismo truco. El

       afiebrado cazador no medía ni el tiempo, ni la distancia.

       Seguía... seguía... cruzaba llanos, montañas, cañadas,

       colinas, despeñaderos, riscos y sierras. Llegó por fin a la

       montaña cuando las tinieblas de la noche dominaban la
       tierra.






       La montaña abrió sus fauces horripilantes..! El cazador

       penetró... y nunca más volvió a salir de ella. Dicen que

       la montaña lo devoró.
   6   7   8   9   10   11   12   13   14   15   16