Page 5 - index
P. 5
La leyenda que corre de boca en
boca no separece en nada ala
citada en la Sagrada Escritura en
relación con la "sed de Cristo".
Dicen que en Jerusalén tenían
mujeres destinadas a darles de beber
a los que sacrificaban en la cruz. La
tarde del Viernes Santo le tocó subir
al Calvario a una joven: Celestina
Abnegada. Del ánfora dio a beber a
Dimas y a Gesta, los dos ladrones
que acompañaban a Jesús. Al
salvador lo despreció y por eso Él la
condenó asufrir la sed y el calor
constante de las llamas del
Purgatorio.

